HISTORIA DE LA OPTOMETRIA EN MÉXICO.

En el México prehispánico  no se usaban lentes. La información Existente sobre los aztecas, su entendimiento de los padecimientos de los ojos y los tratamientos que aplicaban nos llegan por medio de documentos en los que participaron los europeos, ya que la información previa fue destruida.

Códice Badiano, (México 1552).

De las alteraciones de la refracción a los miopes se les llamaba “amoixtlapatic”. Entre los mayas se consideraba atractivo el tener estrabismo convergente. Algunos dioses como el dios solar Kinich Ahau y otros son presentados con rostros en los cuales existe una desviación de los ojos.

Durante la época colonial La primera persona que aparece con anteojos en el continente americano es el Virrey de la Nueva España Luis de Velasco hijo, en un cuadro fechado en 1585.

Según el censo de 1689 había una única tienda de anteojos en la ciudad capital. se cree que los novohispanos conocían el libro: “uso de anteojos para todo género de vistas”

Se tienen más datos del siglo XVI al XVIII del ejercicio de la optometría que del siglo XIX debido a que México vivió cambios importantes con la Independencia y las guerras que se libraron entonces. El cura Don Miguel Hidalgo y Costilla,  nunca aparece en los cuadros que se han encontrado hasta ahora con anteojos, sin embargo, se encuentran los anteojos que usó esta personalidad. En el Recinto  a Don Benito Juárez en el Palacio Nacional se encuentra los anteojos que usó quien fuera presidente de México. En el museo Casa de Carranza tienen dos anteojos que pertenecieron a Venustiano Carranza, quien “deseaba estudiar la carrera de medicina pero contrajo una enfermedad de la vista que lo obligó a abandonar sus estudios y regresar a su ciudad natal, en donde se enfrentó a una lenta y dolorosa recuperación.

A principios del siglo XX ya se encuentran anuncios en los periódicos de ópticas que ofrecían sus servicios.

   

Hay fotografías de ópticas de los años 1920 a 1931 que muestran generalmente letreros de ojos en los aparadores o en la fachada y en algunas de ellas se ve claramente el anuncio de “examen de la vista”.

Una de esas fotografías es del reconocido fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo la cual denominó “Parábola óptica” que data de 1931.